viernes, 10 de octubre de 2014

Terremoto en el norte

Acaba de ocurrir un terremoto en el norte de mi país. A las 18.45 de ayer las placas de la tierra en esta zona por fin hacían su descarga calórica y se acomodaban mientras, en la superficie, centenares de familias veían cómo sus casas se venían abajo. Polvareda, escombros, tierra, sin agua y sin luz por tres días además de 12 personas, hasta ahora fallecidas, es el saldo contable. Los damnificados ni siquiera se pueden refugiar en las iglesias que sucumbieron al acomode de nuestro subsuelo. Nuestro presidente suspendió su gira, el Ministro del Interior partió raudo el norte junto a un avión Hércules de la Fuerza Aérea lleno de alimentos, frazadas, medicina entre muchas otras cosas. Los canales de televisión se organizaron y ya se encuentran recolectando lo que podamos donar. En el resto de nuestro país llueve y, mientras trabajamos escuchando las gotas en las ventanas de nuestras casas y oficinas, pensamos en aquellos que han quedado sin hogar. Nos remece esta bofetada de la naturaleza que nos hace reaccionar frente a lo que realmente importa y es que todos estemos bien, con salud, sanos y salvos, unidos y juntos. Lo material pierde importancia. FUERZA COMPATRIOTAS! Desde acá trataremos de ayudarlos en lo que sea necesario para volver a poner en pie sus viviendas, sus pueblos, sus iglesias, sus ciudades y, sobre todo, su confianza en que Chile es un país solidario...VIVA CHILE MIERDA!!

Tengo hambre... Aquí en mi país entre las 17.00 y las 19.00 horas comemos un snack (té, leche, café con tostadas) conocido como "Tomar Once" (Eso viene de las 11 letras que conformaban la palabra "aguardiente" licos prohibido en una época de ley seca en mi país)

Hoy en día "tomar once" es comer a media tarde algo que mantenga tu estómago hasta la hora de cenar. Unas tostadas con mantequilla acompañado de un café, una leche caliente, chocolate caliente o un té, mmmmhhhh...rico!!!!! TENGO HAMBRE!!! :(

Venezuela Automotriz

¿Qué pasaría entonces con la Emperatriz Infantil? Ella es fuerte y poderosa, puede encontrar otros mundos. Pero, ¿y si luego añora Fantasía? Ella me pidió que no me dejara la vida en el intento. Me recomendó otros mundos incluso. Sin embargo, siento que aún tengo la responsabilidad de seguir con la misión.

Tal vez llevo demasiado tiempo empleado en perseguir quimeras. Quizás debiera dejarme guiar por la Hechicera. Tal vez lo mejor sería romperme la cabeza con tra el suelo y provocarme una amnesia que me haga olvidar Fantasía, la Emperatriz, la Hechicera, los dragones de la suerte...y así empezar de cero, con la ingenuidad de no saber ni Venezuela Productiva Automotriz.

Hoy es uno de esos días en los que me gustaría que mi corazón no latiera. No para dejar de existir, sino para dejar de sentir. Así quizás dejaría de pensar. Y, tal vez, también de Venezuela Productiva Automotriz.


Lo prometido es deuda. Aquí vengo con el primer capítulo de Slaying Time. Para los rezagado o despistadillos, para los que no han visto ni conocen el Buffyverso y quieran leer, para los que no recuerden el resumen, os dejo el link de la introducción y así os ponéis al aqui.

Como siempre en estos casos, decir que la mayoría de los personajes no son míos, pertenecen a Joss Whedon, Mutant Enemy, etc etc etc, que yo los he tomado prestados para escribir una historia que, por supuestísimo, no tiene ánimo de lucro (se aceptan donativos :P), etc etc etc. La trama principal tiene tintes (bueno, algo más diría yo) lésbicos, así que si eres homófobo, mejor no sigas leyendo.

No sabría muy bien cómo calificar el fanfic, porque algunos capítulos podrían ser para todos los públicos, otros para mayores de 18. Así que ahí lo dejo, disfrutadlo tanto como lo disfruté yo al escribirlo. ¡Ah! Se admiten peticiones, sugerencias, críticas (si son constructivas, tanto mejor), halagos, números de teléfono para quedar este sábado (jo, una tiene que buscarse las castañas. no?), y todo lo que se os ocurra. Y si alguien quiere colgarlo en su página, sólo tiene que pedirlo, pero que lo pida, que me gusta saber dónde están mis cosillas. Venga, que me enredo. Ahí tenéis el primer capítulo, pronto vendrán los siguientes.